El autocuidado es algo muy importante. Regalarnos bienestar siempre que tengamos una oportunidad debería ser «tarea obligada» dentro de la agenda.
Hace muchos años que me dedico a este tema del sentirse bien a través de procesos musicales y creativos. Muchas han sido las personas que me han pedido ayuda para sacar ese lado musical «adormilado» o relegado a un segundo plano, porque «había otras cosas más relevantes a las que dedicarse».
En ocasiones, frases como «cantas mal», «no tienes ritmo», o «Déjate de jugar y ponte a hacer lo que tienes que hacer», acaban por impedir que florezcamos y demos rienda suelta a nuestro verdadero «ser musical», que poco o nada tiene que ver con llegar a dar conciertos en teatros o componer sinfonías para que un público aplauda. De hecho, puedes disfrutarlo y «exprimirlo», aunque no tengas ni idea de música, académicamente hablando. ;-)
De lo que muchas veces no nos damos cuenta es de lo mucho que podemos mejorar nuestra calidad de vida prestando un poco de atención a ese «ser musical».
Ponernos en movimiento con esa canción favorita, sacar la voz, preparar una lista de canciones para un momento valioso o un «ajuar sonoro» compartido, son gestos que pueden traducirse en resultados sorprendentes.
Para ti, que estás buscando un empujoncito para empezar a dar más rienda suelta a tu expresión sonoro/musical, aquí llegan mis 5 afirmaciones de bienestar musical:
1) Puedo expresarme con música. Porque esto no es patrimonio de personas «estudiadas» o que se dedican profesionalmente a la música. La expresión musical es algo que «nos viene de serie» así que, ¡dale rienda suelta sin miedo!.
2) Soy una persona creativa. Con la creatividad pasa algo parecido. Mitos y leyendas nos han hecho creer que solamente unas pocas personas elegidas pueden ser creativas, pero no es así. Todas las personas somos creativas, ahora bien, igual que sucede con todo, es importante ejercitar ese lado creativo para que crezca y vaya a más.
3) Yo tengo ritmo. Desde el latido de tu corazón, hasta el ciclo de tu respiración, toda tú estás llena de ritmo. Algunas veces necesitamos explorar todo esto para ser capaces de encontrar y conectarnos con el ritmo al que queremos vivir. ¡Muévete y descubre tu propio ritmo!
4) Mi voz es única. Y la todas las demás personas también. La voz es uno de los medios de comunicación más íntimos y especiales que tenemos. Cada voz es diferente y cuenta con peculiaridades y matices que son únicos. No existe una única voz, ni tampoco la «mala voz». ¡Encuentra tu voz y disfruta!
5) Mi «ser musical» me pertenece. Y tanto que te pertenece. A o largo de tu vida se ha ido generando una identidad sonoro/musical que forma parte de ti y te hace ser quien tú eres. Conocer e investigar esa parte, puede ser parte de tu refugio en el peor momento, así que, pon el foco en ello y «déjate ser».
Y recuerda: «Nunca subestimes el poder de una canción que te importa».
Si quieres obtener una maleta de recursos musicales y creativos para empezar a agendar ese ratito de bienestar, puedes echarle un vistazo a mi curso Soncuida.
Y ya sabes, Cuídate mucho. Tu música es importante.