Cuando alguien me contacta para pedirme información sobre mis talleres, cursos, charlas, sesiones… suele pensar que dentro de una sesión solamente se pone música grabada o solo se utilizan instrumentos musicales.
La realidad es que dependiendo de las técnicas que vayamos a emplear, la metodología y los objetivos, podemos usar una gran variedad de recursos.
Para empezar, y mucho más importante que los materiales físicos (en mis formaciones para profesionales suelo recomendar que se dependa de ellos lo menos posible) tenemos dos elementos fundamentales y que son la base del «feedback» musical, ya seas musicoterapeuta, profe, músico de escenarios, de estudio o cantes en la ducha:
La voz y el cuerpo.
El resto es un poco más “accesorio”, aunque «evidentemente» también tiene su importancia:
Elementos musicales: Que son instrumentos propiamente musicales, valga la redundancia.
Elementos «no musicales»: Todos aquellos recursos, objetos y elementos “no musicales” propiamente, pero que podemos utilizar para construir el «meollo» de la sesión.
Por ejemplo: Cajas, papel de periódico, pañuelos, sacos, paracaídas, telas, paredes, el propio suelo o alfombra del «setting»…
Consideraciones importantes a la hora de elegir un instrumento o un material:
Que sea asequible económicamente. (No, no podemos permitirnos un Stradivarius en la actividad) y también accesible en cuanto a manejo…
(Probablemente, aunque tuviésemos el Stradivarius no nos resultaría de utilidad).
Mucho mejor otro tipo de instrumentos que sean más fáciles de emplear y que nos permitan establecer las conexiones musicales que buscamos de forma más sencilla.
Es importante que cualquier persona pueda sacarle partido y acceder a él de manera sencilla y que no haya demasiadas restricciones de uso. (No creo que quieras que nadie utilice tu Stradivarius como pandero). Sí, también entran en juego los límites y las normas, pero esto podemos verlo en otro post.
Y ahora te cuento muy rapidito:
¿Cuáles podrían ser las funciones de los materiales dentro de una sesión?
📌Facilitar: Son aquellos que nos lo ponen fácil. Nos ayudan a desarrollar una acción o propuesta. Pueden hacer de “pegamento” entre un momento y otro.
📌Mediar: Nos ayudan a crear conexiones con y entre las personas. Nos ayudan a abrir puertas y nos llevan a lugares a los que no podríamos acceder de otro modo, o nos costaría mucho más.
📌Reconducir: Ese As en la manga, ese plan B que tenemos guardado. Esa “joya de la corona” que puede salvar el día.
📌Estructurar: Tiempos y espacios. Fundamentales para acotar el “setting” y marcar los límites y los distintos momentos dentro de la sesión.
Por supuesto, la mayor parte de los elementos podrían hacer las 4 funciones, pero hay algunos que se prestan más para una cosa o para otra. Por ejemplo, el pandero grande, te lo enseño en el vídeo que te comparto más abajo, puede ser muy útil para facilitar o reconducir, pero también resulta un mediador mucho más eficiente que una maraca. El paracaídas es maravilloso como facilitador y las luces de colores o las pompas pueden ser reconductores, pero también nos ayudan a mantener la estructura.
Antes de despedirme quiero contarte que desde hace muy poquito tenemos Instagram.
Puedes mandarnos por privado tus sugerencias de post, peticiones, opinión sobre este u otros temas.
Y ahora te comparto un vídeo del canal de Sonactiva con algunos de mis materiales favoritos: