Estamos de vuelta por fin. Trabajo y más trabajo hacen que llevar al blog al día resulte difícil no, lo siguiente.
Peeero, sí, efectivamente. Difícil no significa imposible.
Inauguramos el 2017 con mi última colaboración para O Mundo ao revés. Sacad un ratito que aquí vamos.
Hace tiempo que me apetecía hablaros un poco acerca de lo que opina la neurociencia acerca del procesamiento musical.
Personalmente me resulta muy curioso el hecho de que los gustos, sensaciones y emociones que produce la música puedan cambiar tanto entre una persona y otra.
Pues bien, la intención de este post iba en esa dirección hasta que llegó a mis manos un vídeo muy divertido que no podía dejar pasar, y que de alguna manera conecta con esa idea inicial de la que os hablaba, pero aplicada al lenguaje audiovisual.
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