Esta vez la nueva colaboración para O mundo ao revés va de Marzo/Abril, celebrando la entrada de la primavera a lo grande.
Estos días organizando materiales para la vuelta de semana santa y recordando diversos momentos tanto del trabajo como ociosos pensaba acerca de la importancia que tiene para nosotros la comunicación y las múltiples maneras que tenemos de llevarla a cabo.
Sin ir más lejos, estas vacaciones he tenido la suerte de compartir unos días con unos amigos de Bilbao. Su hija pequeña que tiene dos años, solamente habla euskera. Pués bien. Lo que parecía una dificultad “a priori”, se convirtió en una oportunidad genial, no solo de aprender euskera nivel básico en cuatro días, sino de aplicar diversas herramientas de comunicación no verbal, como por ejemplo los gestos, los balbuceos, onomatopeyas y tarareos vocales. En varias ocasiones cantar en vez de hablar me permitió llamar su atención y establecer un diálogo rudimentario a la par que divertido. (Pincha aquí para leer el resto del artículo)