Hace algún tiempo, ya había ahondado en el fenómeno de las orquestas en Venezuela. Uno de los más grandes ejemplos de como la música puede resultar un elemento absolutamente transformador en nuestras vidas.
En el año 1975, José Antonio Abreu, maestro y músico venezolano, elaboró un proyecto de desarrollo individual y social conocido como «El Sistema» (El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela). Este proyecto supuso algo revolucionario.
Ahora que viene el tiempo del «Pelimantita» quiero recomendaros dos documentales sobre el tema:
Uno de ellos es «Tocar y luchar. Fenómeno de las orquestas en Venezuela», y el otro es «Crescendo! The Power of Music».
En ambos podemos ver reflejado ese gran poder que tiene la música para trascender a sí misma. Cómo puede aportar la ilusión de formar parte de algo que te hace sentir vivo, empujarnos y darnos fuerza para salir hacia delante.
La música nunca nos abandona. Nos mece, nos canta, nos abraza en sus silencios. Es capaz de unirnos, nos cohexiona, nos iguala, nos incluye en una misión común, en un ansia de avanzar, comunicarnos y sentir.
Con su proyecto, José Antonio Abreu logró dar sentido a las vidas de muchas personas. Aportó una chispa, abrió una puerta a un bello camino por seducir y recorrer, una motivación. Y lo hizo mediante una de las cosas más fascinantes del mundo: La música.
¿Y vosotros qué opináis?
¿Pensáis que la música puede transformar el mundo?
Mi mundo lo ha transformado ya.
¿Y el vuestro?
;)
¡Feliz semana!